Lo que sentí al abrir este cómic es que estaba ante algo grande de verdad, una obra maestra de la que se hablará en años futuros, un cómic con personalidad, y dónde por fin vi al autor del que todo el mundo hablaba. Bian K Vaughan me había convencido, con una historia simple, manida, pero narrada como un maestro. Por que es en las historias simples dónde radica la épica, y de eso esta historia tiene mucha. Romeo y Julieta en el espacio, una odisea propia de las grandes novelas de ciencia ficción, con la salvedad de que esta ilustrada con belleza y calidez por una Fiona Staples en estado de Gracia. Se había creado una Saga, y por suerte esa Saga continua.
La historia sigue donde se quedó, la extraña pareja huyendo con su vástago en brazos de los mercenarios espaciales. "Finalmente, Hazel se ha vuelto a reunir con su creciente familia y viaja a un cometa por el que se ha estado luchando durante años. Las nuevas amistades se olvidan y otras se pierden para siempre en este volumen sobre familias, combate y qué significa ser un refugiado."
Otro capítulo más de Saga, y he de admitir que empieza a cansarme, los personajes no para de dar vueltas sin rumbo aparente, y el cómic zozobra hacía a ninguna parte. Deseo que esto llegue a buen puerto, porque parece que mucho ruido y pocas nueces. Se está haciendo interminable, ya que creo que la historia no da para mucho más.
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